Psicólogos en Buenos Aires

Psicología y Salud Mental en Buenos Aires

La atención psicológica y el cuidado de la salud mental son dos de las especialidades médicas más demandadas en la actualidad. Pero también, son dos de las que más profesionales y centros tenemos a disposición. Elegir psicólogos en Buenos Aires o Capital Federal no es sencillo, pero te ayudamos a hacerlo.

Quienes han buscado atención psicológica bien saben que dar con el terapeuta acertado es muy difícil. Hay muchos factores que entran en juego: las cualidades del profesional, el espacio y entorno, el “feeling” entre profesional y paciente, entre tantas otras.

La opción de terapias online ha crecido y hoy no hace falta buscar a un psicologo de tu misma ciudad
La opción de terapias online

La gran cantidad de espacios de salud mental y psicología / psiquiatría en Capital Federal y Gran Buenos Aires dan múltiples posibilidades a quienes buscan estos servicios, pero también pueden generar confusión sobre qué profesional elegir.

Más abajo en esta misma página te presentamos los espacios de psicología y salud mental de mayor prestigio en Buenos Aires. Los de mejores comentarios de parte de sus pacientes, así como el mayor nivel de reconocimiento de parte de su cuerpo de profesionales.

Pero antes, vamos a repasar algunos conceptos fundamentales que cualquier persona que esté buscando terapia psicológica debe repasar primero: cómo elegir un psicólogo, tipos de terapia, psicología o psiquiatría, entre otros.

¿Cuándo ir a terapia?

Todas las personas experimentan períodos de estrés, tristeza, dolor y conflicto en alguna etapa de sus vidas, y aunque muchos lo saben, otras desconocen que pueden beneficiarse de la terapia psicológica en alguna de estas circunstancias. Sin embargo, hablar con alguien, ya sea psicólogo o psiquiatra, es una decisión que puede ser difícil de tomar.

A veces, las señales son obvias, y la persona puede conocer exactamente el origen de su situación, pero en otras ocasiones, algo puede estar ocurriendo silenciosamente y el afectado no puede saber de qué se trata, sino solo a través de una terapia psicológica.

Dónde encontrar la mejor atención psicológica en Buenos Aires
Dónde encontrar la mejor atención psicológica en Buenos Aires

Se conozca o no la razón, en muchos casos la persona sigue tratando de mantener su vida ocupada hasta que los síntomas simplemente se desbordan y la capacidad de controlar la situación se ha perdido. Antes de llegar a este punto, es necesario conocer las señales para saber cuándo ir a terapia psicológica.

¿En qué momento ir a terapia psicológica?

Saber el momento apropiado para buscar ayuda psicológica, es simplemente una cuestión de medir hasta qué punto la persona afectada puede manejar la situación. Cualquier cosa que haga sentir abrumado al afectado o al límite su capacidad de funcionar, es una señal de que necesita conversar de su problema con un terapeuta, un trabajador social o un psicólogo. Estas son las situaciones más frecuente donde una persona requiere ir a terapia psicológica.

Pérdida o muerte de un familiar alguien muy cercano

La muerte es una parte inevitable de la vida, pero aun así nunca ha sido fácil de tratar, ya que está por medio el apego natural que todos tenemos con las personas que convivimos a diario.

Ya sea que se trate de un padre un hijo o una mascota muy amada, la aflicción abierta o de forma íntima son formas de asumir el evento de esta magnitud. Por el contrario, evitar las realidades de la pérdida puede conducir a problemas más largos y prolongados.

Si bien no todo el mundo necesita la ayuda de un profesional en estos momentos, hay quienes sí la requieren, ya sea porque la situación, además del dolor, provocó un problema financiero inestable, o porque ahora se enfrenta a la soledad, etc.

El dolor de una ruptura significativa, o la pérdida de un trabajo, también son motivos que en ocasiones ameritan la ayuda de un terapeuta, especialmente si la persona ha experimentado pérdidas múltiples en un corto período de tiempo.

Tristeza y depresión

Los signos de un problema psicológico depresivo, pueden manifestarse mediante la falta de control en sí mismo y la tristeza. Como actitud, la persona por lo general se aferra a la soledad, está inestable, nerviosa, incontrolable. También evita alimentarse correctamente y opta por alejarse de su ciclo de familiares y amigos y se desconecta de la realidad.

En estos casos, es evidente que el afectado necesita contarle sus problemas y preocupaciones a un especialista, y comenzar cuanto antes una terapia psicológica que lo reanime a ver los aspectos positivos de la vida.

En muchas personas, estos sentimientos aumentan a tal magnitud, que hace que se cuestione si la vida tiene sentido considerando el suicidio como una solución. Generalmente, un familiar o amigo cercano es quien toma la decisión de buscar ayuda profesional, ya que la persona por sí misma, envuelta en su agonía y depresión, no es capaz de considerarlo.

Uso y abuso de drogas

Cuando la persona se aferra a una sustancia adictiva, droga o alcohol, o a alguna situación donde logra sentirse mejor, quiere decir que ha perdido el poder de controlar y afrontar la situación de manera sensata.

Si aun cuando la persona está consciente de que el método utilizado para sentirse mejor no es el más adecuado, pero no puede controlarlo, a pesar de las malas consecuencias que esta actitud puede traer a su vida, es notable que se encuentra en una situación de lucha contra una conducta adictiva o compulsiva que requiere de una terapia psicológica urgentemente.

Ideas y sentimientos negativos

Cuando la persona se siente mal consigo mismo, no le agrada su aspecto y siempre tiende a subestimarse, es posible que siempre esté envuelto en la soledad, la tristeza y el fatalismo sobre el futuro; también puede sentir miedos irracionales y repetidas ideas y pensamientos negativos que imposibilitan un desempeño de sus actividades diarias. En estos casos, un psicólogo puede ayudar de manera efectiva, mediante una terapia psicológica, a solventar la situación del paciente.

Un evento traumático

Un evento relacionado con un abuso sexual, un accidente de tránsito, un terremoto, un incendio, una enfermedad crónica, etc, son motivos traumáticos que pueden generar un desajuste emocional en la persona y que en la mayoría de los casos, requiere de una asistencia terapéutica psicológica. Mientras más rápido se establezca la relación entre el afectado y el terapeuta, más rápido la persona podrá ajustar sus emociones y volver a las actividades cotidianas con normalidad.

Cambios de humor

Es difícil saber cuáles son los cambios de ánimo que podrían justificar hacer una cita con un psicólogo. La mayoría de las personas presentan un cambio de humor constante debido a la evolución como ser humano. Sin embargo, algunos cambios de humor pueden indicar la necesidad de ayuda profesional en el aspecto psicológico.

Cuando una persona cambio su estado de ánimo sin razón alguna aparente, y pasa de un comportamiento a otro en cuestión de segundos, puede estar sujeto a problemas de aislamiento injustificado.

Problemas de pareja (divorcio)

Superar un divorcio o una ruptura de una relación que ha sido duradera, la mayoría de las ocasiones no es una tarea fácil para los involucrados. Un divorcio o una ruptura de este tipo, es un duelo significativo que puede perturbar la paz mental y el control de las emociones.

Cuando el dolor sigue influyendo en todas las actividades diarias de la persona, después de algunos meses de la ruptura, y el afectado se ha apartado de la vida familiar y social para aferrarse al llanto y a la soledad, indiscutiblemente la persona requiere de visitar a un psicólogo para comenzar una terapia psicológica urgente.

El psicoterapeuta en este caso, aborda los conflictos psicológicos del afectado, analiza la parte del sufrimiento relacionada con la historia personal que se refleja en la relación, para desentrañar, por ejemplo, si la persona presenta signos de inseguridad que puedan intervenir en su recuperación.

Tipos de terapia

Terapia psicoanalítica

La palabra psicoanálisis proviene del griego “Psyché” que significa “la personalidad del alma”. Desde 1890, el conocido neurólogo vienés Sigmund Freud desarrolló un modelo teórico que intenta explicar la psique humana.

Esto resultó en su propio tratamiento como una de las formas básicas de psicoterapia. Freud acuñó el término psicoanálisis y lo definió como “un método para investigar procesos mentales que de otro modo serían difícilmente accesibles”. El psicoanálisis clásico ha evolucionado y variado a lo largo del tiempo.

¿Qué diagnósticos trata la terapia psicoanalítica?

Los problemas mentales que puede abordar una terapia psicoanalítica generalmente están relacionados con la forma de pensar, sentir, y actuar de la persona.

Estos sentimientos pueden expresarse en síntomas mentales y físicos, como ansiedad, trastornos de la alimentación, adicciones u obsesiones; también puede incluir ciertas formas de depresión, trastornos de comportamiento y de la personalidad.

¿Cuál es el objetivo del psicoanálisis?

Como método de tratamiento, el psicoanálisis, como otras psicoterapias, tiene como objetivo ayudar con los problemas mentales. En este caso particularmente la terapia tiene como alcance, que el paciente reconozca los conflictos o las causas y las conexiones generalmente inconscientes que la llevan a situaciones y experiencias desagradables una y otra vez.

Este reconocimiento por parte del paciente, lo ayuda a estar más consciente de la situación y a saber actuar por sí mismo para resolver sus problemas y por consiguiente, estar más saludable. Si las dificultades están relacionadas con las perturbaciones o los déficits en la construcción de una estructura emocional saludable, se trata entonces de reestructurar o madurar la personalidad.

En este contexto, las primeras etapas de la vida son interesantes solo en la medida en que interfieren con el presente, porque los psicoanalistas suponen que muchos problemas psicológicos son causados ​​por un trauma vivido.

¿En qué consiste una terapia psicoanalítica?

La psicoterapia analítica clásica está diseñada como una terapia a largo plazo. Se lleva a cabo de tres a cinco veces por semana por varios años. Durante la terapia, el paciente se acuesta en un sofá y narra al analista todo lo que pasa por su cabeza, sin exclusiones de ningún tipo.

Por otro lado, el analista se sienta fuera del campo de visión de su paciente y permanece en segundo plano. Esta terapia, se convierte en una especie de “proyección superficial”, lo cual generalmente sucede de manera automática e inconsciente: por ejemplo, si el analista aparece repentinamente frío y despectivo hacia el analizando, está proyectándose en el padre de quien el paciente nunca se sintió amado. En términos técnicos, este proceso se llama transmisión, y los sentimientos experimentados por el analista se conocen como contratransferencia.

Las variantes de la psicoterapia analítica también se pueden realizar como terapia grupal. Para el tratamiento de los niños, existen enfoques especiales en los que el psicoterapeuta, por ejemplo, se pone en contacto de manera juguetona con el niño.

Terapia psicodinámica

Los métodos de psicoterapia que tratan con los poderes conscientes e inconscientes de la psique se denominan “procedimientos psicodinámicos” y viene influenciada principalmente por el psicoanálisis, desarrollado en gran parte por Freud.

En terapia, estas técnicas tratan de comprender cómo el inconsciente influye en el comportamiento y la experiencia de una persona. Con frecuencia, el término “terapia psicológica profunda” también se usa.

¿Qué es el enfoque psicodinámico?

Esta terapia se enfoca principalmente en cómo la persona construye su realidad y en las experiencias que lo llevaron a ver el mundo de esta manera. Los terapeutas de esta técnica psicodinámica buscan comprender y hacer que sus pacientes entiendan cómo su historia se ha integrado consciente e inconscientemente.

Según este enfoque, las dificultades actuales del paciente están relacionadas con conflictos inconscientes que no se han resuelto desde la infancia. La construcción de la psique se hace de acuerdo con las etapas de desarrollo, cada etapa involucra apuestas precisas; si no se toman en cuenta, la persona no podrá progresar en su desarrollo.

El psicoterapeuta psicodinámico-analítico tratará de entender la historia del paciente desde su punto de vista, relacionar eventos pasados ​​y asociarlos con lo que es hoy, haciéndole entender que estos son eventos que dejan huellas en su forma de reaccionar a las situaciones y tomar decisiones.

¿Cuál es el propósito del enfoque psicodinámico?

El objetivo de este enfoque es que el paciente aprenda a tomar conciencia de las dificultades, que hasta ahora, permanecen inconscientes. Más concretamente, este enfoque intenta ayudar al paciente a comprender mejor lo que le está originando una molestia, para que él mismo pueda trabajar de manera más saludable y así liberarse de su sufrimiento.

Al expresar sus propios pensamientos, sus emociones y sus experiencias con regularidad al terapeuta, en un entorno seguro y sin prejuicios, aprende a revelar cosas que han permanecido en su inconsciente y que serían la causa de su angustia.

En la psicoterapia de enfoque psicodinámico, el terapeuta ayuda al cliente a desarrollar sus pensamientos escuchando, pero también lo ayuda con sus interpretaciones. Le ayuda a revivir, psicológica y emocionalmente, algunos momentos difíciles de la infancia o de la vida presente que pudieron haber estado enterrados en el inconsciente. Por lo tanto, los eventos del pasado están vinculados a los eventos presentes.

Técnicas utilizadas en el enfoque psicodinámico

En el enfoque psicodinámico, el psicólogo generalmente no es muy directo con el paciente. Ciertamente se centra en todo o que dice su paciente, pero interviene con regularidad.

El psicoterapeuta de orientación analítica orienta al paciente a expresar sus preocupaciones y a asociarse libremente con ciertas palabras o expresiones. El psicólogo hace preguntas pero basadas en la interpretación de las verbalizaciones y conductas del paciente. Incluso puede confrontar a su paciente con elementos contradictorios de su discurso.

El psicólogo de orientación psicodinámica también analiza e interpreta la relación afectiva que el cliente establece con él. Esta transferencia puede ser positiva o negativa dependiendo de las experiencias previas del cliente con las figuras parentales. El terapeuta también analizará e interpretará los sueños, las fallas, los comportamientos y los actos inapropiados del cliente.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitiva y conductual o TCC, es una forma breve de tratamiento psicoanalítico. A diferencia del psicoanálisis tradicional, el objetivo de la terapia conductual no es analizar el pasado del paciente, sino sus comportamientos actuales.

Este tipo de terapia es indicada como una solución eficaz contra la mayoría de las adicciones y fobias. Actúa tanto en la acción física involuntaria del paciente como en el pensamiento que precede al gesto para desensibilizar al individuo y proporcionarle un nuevo patrón de comportamiento.

La terapia conductual es una mezcla de ejercicios que se realizan en sesiones prácticas de aproximadamente 45 minutos y objetivos diarios para influir en los hábitos inconscientes del individuo, a veces puede estar complementada con medicamentos.

¿Para qué pacientes está indicada la terapia cognitivo-conductual?

Los pacientes que sufren de diversos trastornos como trastorno de la alimentación, adicciones como ludopatía, uso de drogas y alcohol, así como los que sufren de trastornos obsesivos compulsivos (TOC) y fobias, etc. son los principales candidatos para recibir una terapia cognitivo-conductual. Esta terapia también se aplica cada vez más en personas que están estresadas o deprimidas.

Generalmente, estos pacientes desean que su trastorno desaparezca rápidamente y están listo para hacer un esfuerzo y someterse a una terapia efectiva de este tipo.

¿Cuál es el objetivo de una terapia cognitivo-conductual?

El objetivo es crear una nueva forma de pensar en el paciente para reemplazar su comportamiento inconsciente. Estos trastornos están relacionados principalmente con situaciones particulares como por ejemplo, reacciones frente a la multitud, en la oscuridad, en las alturas, frente a un insecto, etc.

La mente de estos pacientes, está condicionada para reaccionar de una manera determinada en estas situaciones y se manifiesta a través del cuerpo expresando temblores, sudoración, angustia, etc. La terapia conductual actúa sobre el proceso de pensamiento a partir del cual fluye la acción.

¿Cómo se lleva a cabo la terapia cognitivo-conductual?

Con la terapia de conducta, no es necesario que el paciente se tienda en un sofá y hable de sus traumas pasados, porque la terapia no busca conocer el origen del comportamiento para solucionarlo.

Para llevar a cabo la terapia, el psicoanalista establece varios ejercicios durante las sesiones prácticas. Estos son métodos teatrales donde se recrea la situación en la cual el desorden parece analizar el comportamiento del paciente.

También se emplean juegos de roles de seguimiento donde el terapeuta presenta un razonamiento lógico que puede servir como ejemplo y ejercicios de relajación.

La terapia conductual requiere una participación activa dentro y fuera de las sesiones y un seguimiento de los objetivos específicos para que los trastornos desaparezcan de forma permanente. Esta terapia puede requerir una sesión cada semana durante menos de un año para obtener un resultado óptimo.

Terapia humanista

Como una alternativa a la terapia del conductismo y a reduccionismo biológico del psicoanálisis ortodoxo, un grupo de teóricos de la personalidad y la psicoterapia como Carl Rogers, Gordon Allport, Abraham Maslow y Rollo May, crearon en los años de 1950 , una “tercera fuerza”: la psicología humanista, cuyo foco principal está en el desarrollo del potencial humano.

La psicología humanística se caracteriza principalmente por la consideración del ser humano como un todo, más que en sus conflictos, sus carencias o sus comportamientos estrictamente observables. A la vez también considera que hay muchos factores que influyen en su salud mental, como las emociones, el cuerpo, los sentimientos, la conducta, pensamientos, etc.

Enfoque de la terapia humanista

Una de las suposiciones esenciales de toda la Facultad de Psicología Humanística es que la naturaleza humana es fundamentalmente confiable. Cada ser humano tiene una naturaleza profunda confiable y sus comportamientos son constructivos cuando trabaja sin obstáculos, libremente.

En consecuencia el psicoterapeuta humanista permite proponer herramientas y una relación propicia de calidad para favorecer el logro personal. En la visión de la psicoterapia humanista, se considera que una persona puede ser reducida a la suma de sus factores como la genética, la historia de su vida, los mecanismos psíquicos inconscientes, etc. pero también puede determinar y tiene la capacidad de expandir su conciencia para influir es su existencia.

El objetivo final de la terapia humanista, enfatiza la responsabilidad de la persona en su propio desarrollo. Existe un claro deseo de dar lugar a la persona, su autonomía, rechazando la reducción implícita en términos como “paciente” o “enfermo”. El paciente está invitado a tomar el control de su terapia y a explorar lo inexplorado en él.

Método de la terapia humanista

El método psicoterapéutico de la terapia humanista, hace posible crear las condiciones que permitan a la persona contactar esta energía de la vida, para facilitar el cambio. Estas condiciones desarrolladas por Carl Rogers son tres en total:

La congruencia

El psicoterapeuta se muestra así mismo sin máscara, presente como persona, y se asegura de establecer una relación de confianza y autenticidad con el paciente. Él se involucra en crear una relación transformadora.

Empatía

El psicoterapeuta intenta sentir lo que el cliente está viviendo en su interior y le hace ver el reflejo de su mundo en el espejo.

La aceptación positiva incondicional

El terapeuta permite que el paciente sea aceptado independientemente de lo que diga o haga durante la sesión.

Para Carl Rogers, los problemas están arraigados en el hecho de que rara vez la persona recibe tal aceptación de los padres en la infancia. La experiencia de una relación donde el paciente se siente escuchado, entendido y aceptado, la construye y es la base de una relación fortalecida.

El terapeuta está del lado del paciente y lo acompaña, pero es el propio paciente quien define su problema, y también la forma de resolverlo.

La investigación de los cambios en la personalidad y el comportamiento cuando se cumplen estas condiciones confirma el punto de vista de Carl Rogers en la terapia humanista.

Terapia Gestalt

De todas las llamadas terapias “holísticas” Gestalt es solo una parte. Su principio: “si descuidas un solo elemento de tu vida, tu comportamiento, tu pasado, tu psique o tu cuerpo, no podrás alcanzar el bienestar y la curación”.

Para lograr esto, cada persona debe descubrir su propia estructura interna y tener una visión general de sí mismo. Esto es lo que el psicoanalista alemán Fritz Perls resumió como “Gestalt”, proveniente del verbo gestalten en alemán, que significa “poner en forma, dar una estructura significante”.

¿En qué consiste la terapia Gestalt?

Gestalt es parte de la familia de la psicoterapia corporal, pero con la diferencia que emplea con regularidad el juego en varios niveles de dificultades. Este aspecto divertido hace posible comprender el origen de las dificultades y experimentar con nuevas soluciones. Se practica en contextos y con objetivos muy diferentes: en psicoterapia individual, en pareja, en familia, en grupo, en compañía, etc.

La terapia Gestalt utilzia varias técnicas, verbales, auditivas, de contacto, etc. que conducen a una participación controlada. El terapeuta comparte deliberadamente algunos de sus sentimientos para ayudar al cliente a explorar su dificultad.

Secuencia de ejercicios durante la terapia

La amplificación

Consiste en que el paciente pueda hacer explícito lo que está implícito, es tomar conciencia de la forma en que actúa en el “aquí y ahora” y proyectar fuera lo que está sucediendo dentro de su mente y cuerpo. El terapeuta descubre esos gestos inconscientes y automáticos y le pide al paciente que los exagere porque ellos revelan ciertos aspectos de su funcionamiento.

El monodrama

Esta táctica invita a los pacientes a expresar los diferentes personajes que están en su interior. Jugar estos roles pone de manifiesto las facetas contradictorias de su personalidad, los aspectos que esconde, los que no quiere ver o proyectar en los demás. También permite interpretar los principales personajes de las relaciones diarias, como madre, hijos, cónyuge, jefe, etc.

La “silla vacía”

Esta acción es un objeto simbólico que da voz al ausente, permite reproducir un episodio de la vida, real o imaginaria, del pasado, presente o futuro. Estos pueden ser rastros de eventos pasados ​​traumáticos, como un castigo terrible, una muerte de un familiar mal llevada o un asalto sexual escondido en la infancia, que afectan la vida presente.

Repetirlos durante esta sesión, no tiene como objetivo borrarlos del recuerdo del paciente, pero si integrarlos en su estructura psíquica, darles significado, y aprovecharlos para que se pueda preparar para una situación futura.

La conciencia es una conciencia global del flujo constante de las sensaciones físicas, ideas, preocupaciones, deseos, emociones, etc. Por lo tanto, estar atento a sí mismo durante toda una sesión de terapia psicológica, puede conectar elementos que a veces se consideran separados del cuerpo y mente. Esta es la importancia de la presencia real, “aquí y ahora”.

Las técnicas empleadas en la terapia Gestalt, permite que surja más rápidamente una emoción, una dificultad, un evento, sobre el cual el terapeuta pueda trabajar.

La terapia Gestalt una filosofía existencial

La Gestalt es un método demasiado efectivo para reservarlo solo para pacientes. Es por eso que, más allá del aspecto terapéutico, se presenta como un arte de vivir, incluso como una “filosofía existencial”.

Con esta técnica de hecho, se puede abordar todos los problemas de la vida: de la timidez y las dificultades sexuales, de los problemas familiares y la búsqueda espiritual, de la ansiedad y el sufrimiento emocional, entre otros.

Terapia sistémica

La terapia sistémica se desarrolló bajo la dirección del antropólogo Gregory Bateson. Este enfoque sistémico difiere de otros enfoques en su forma de entender las relaciones humanas, donde el individuo es parte y está influenciado por diferentes sistemas: familiar, profesional, social, etc.

Las personas dependen unas de otras y realizan sus intercambios de acuerdo con las reglas de comunicación implícitas que se usan con mayor frecuencia inconscientemente. Las dificultades de una persona a veces indican un sufrimiento que a veces puede ser el de uno de estos sistemas.

Enfoque de la terapia sistémica

El enfoque sistémico tiene en cuenta la comunicación y las interacciones entre individuos en diversos sistemas. Sin embargo se utiliza sobre todo en la terapia familiar, en cómo una familia se desenvuelve en un sistema social natural, pero también puede ser aplicada en el contexto de una terapia familiar individual, es decir, no es necesario involucrar al grupo familiar completo para lograr un cambio. Unilateralmente cambiar las relaciones con otros en el sistema, puede tener un efecto sobre el funcionamiento del grupo en general.

¿Qué áreas trabaja la terapia sistémica?

Como parte de una terapia, la sistémica tiene en cuenta todos los sistemas que interactúan con el paciente en el campo del problema a tratar.

Sistema personal: psicológicos, emocionales, de comportamiento, etc.

Sistema familiar: educación, religión familiar, relaciones entre los miembros de la familia, secreto familiar, resolver bloqueos, problemas no verbalizados, problemas relacionales entre generaciones, entender un problema específico en un miembro de la familia teniendo en cuenta su contexto familiar.

Sistema social / profesional: estructura del trabajo, integración en la sociedad, nivel de vida, asistencia a clubes o grupos de trabajo.

Sistema geográfico / históricos: hábitat, orígenes de la familia y experiencias vividas.

¿Cómo es una sesión de terapia sistémica?

El terapeuta realiza la entrevista con una o más personas y, a veces, recibe la asistencia de un observador que puede sentarse y tomar notas o estar activo. También utiliza varias herramientas específicas para la terapia sistémica:

  • Cultivo
  • Chismes
  • Mitología familiar

La terapia sistémica a veces se denomina terapia breve porque la cantidad de sesiones es limitada en comparación con lo que requiere la terapia de psicoanálisis. Una terapia de este estilo, puede llevar en promedio 7 sesiones, un tiempo suficiente para lograr cambios significativos en las interacciones entre una persona y su entorno.

Una terapia sistémica familiar en particular, puede llevarse a cabo durante dos años y a veces puede requerir más tiempo. En todo caso, la regularidad de las sesiones es muy importante, siendo dos sesiones por semana la frecuencia requerida en promedio.

Terapia Mindfulness

Mindfulness es una forma modificada de terapia cognitiva que incorpora prácticas de mindfulness como la meditación y ejercicios de respiración. Con estas herramientas, los terapeutas enseñan a los pacientes a separarse de los patrones de pensamiento negativo que pueden causar una espiral descendente en un estado deprimido, de modo que puedan combatir la depresión antes de que se arraigue.

¿Cuándo se usa la terapia Mindfulness?

Esta terapia fue desarrollada para personas con episodios recurrentes de depresión o infelicidad y para prevenir recaídas. Se ha demostrado su eficacia en pacientes con trastorno depresivo mayor que han experimentado al menos tres episodios de depresión. La prevención de recaídas basada en la atención plena también puede ser útil para tratar los trastornos de ansiedad generalizados y las adicciones.

También se ha demostrado que la terapia Mindfulness mejora los síntomas de la depresión en algunas personas con problemas de salud física, como enfermedades vasculares y lesiones cerebrales traumáticas.

¿En qué consiste la terapia Mindfulness?

Se trata de una terapia grupal de ocho semanas aproximadamente, que puede tener sesiones de una o dos horas a la semana y que básicamente es dirigida por un terapeuta. En esta terapia el participante aprende técnicas de meditación y principios básicos de la cognición, como la relación entre la forma en que piensa y en cómo se siente. La persona también tendrá la oportunidad de aprender más sobre su condición depresiva.

Durante la meditación de atención plena, el terapeuta generalmente guía a la persona o el grupo a dirigir su atención al momento presente. Los participantes están entrenados para concentrarse en un fenómeno particular y si se dan cuenta de que sus pensamientos se alejan del presente, se les alienta a darse cuenta de dónde están y qué están haciendo antes de volver a centrar su atención en el momento presente, sin reaccionar ni juzgarse a sí mismos.

Los terapeutas pueden ayudar a quienes están en tratamiento a comprender mejor y abordar las emociones y las sensaciones físicas asociadas con sus cogniciones.

Los movimientos de yoga suaves y las meditaciones en posición sentada, caminando o en la montaña, se pueden utilizar en enfoques de atención plena o Mindfulness, como una forma de aumentar la conciencia de las sensaciones físicas.

Las señales verbales ayudan a la persona en terapia a mantener la conciencia del movimiento, la respiración y las sensaciones a lo largo de varios ejercicios diferentes. Los ejercicios de respiración, las meditaciones de escaneo corporal y las imágenes guiadas también se utilizan con regularidad en los enfoques de esta terapia.

Eventualmente, el terapeuta también puede animar al paciente a practicar Mindfulness en la vida diaria. Esta continuación del proceso terapéutico permite al individuo observar, explorar y experimentar la atención plena en un entorno no clínico y luego examinar, en sesión, los efectos y obstáculos encontrados durante la vida cotidiana. Las observaciones y el examen combinados pueden convertirse en un catalizador para la modificación del comportamiento y el pensamiento.

Psicólogo o psiquiatra, ¿a quién acudir?

Cuando se atraviesa por un problema psicológico, sea de índole familiar, profesional, conyugal, por duelo, etc. el apoyo que los seres queridos brindan, es realmente importante, pero en casos más traumáticos, puede ser realmente útil consultar a un profesional de la salud mental que esté en condiciones de establecer las terapias o tratamientos necesarios para superar la dificultad. Es aquí justamente donde muchas personas no saben a qué especialidad acudir, ¿psicólogo o psiquiatra, un psicoanalista o un psicoterapeuta?

¿Cuándo consultar a un Psicólogo?

Una formación en psicología clínica se centra en la comprensión del comportamiento humano. El psicólogo clínico es un profesional que se especializa en escuchar el sufrimiento de los demás. Está entrenado en técnicas de entrevista y puede usar pruebas psicológicas para evaluar las habilidades intelectuales, aptitudes o diferentes aspectos de la personalidad del paciente.

Generalmente todas las personas, tanto niños, como adolescentes, adultos, ancianos o padres, que presentan cualquier problema de trastorno cognitivos, de la personalidad, autismo, estrés, depresión, ansiedad, fobias, etc. pueden acudir una primera consulta médica con un psicólogo, es a través de su escucha profesional, su comprensión, sus habilidades analíticas y sus técnicas de evaluación, que el psicólogo clínico establecerá una terapia psicológica, o lo remitirá a un psiquiatra, u otro profesional de la salud mental de acuerdo a su diagnóstico.

Su entrenamiento le permite también, entre otras cosas, diagnosticar diferentes enfermedades mentales. Un psicólogo además es el indicado para practicar pruebas de inteligencia, de habilidades, pruebas clínicas, aspectos de la personalidad, estado de la memoria; puede aclarar un diagnóstico difícil y puede responder a una solicitud de orientación de índole personal, familiar o profesional. Adicionalmente un psicólogo puede ser un psicoterapeuta o psicoanalista si ha sido entrenado en estas disciplinas.

El objetivo de la psicoterapia empleada por un psicólogo, es poner palabras sobre el sufrimiento moral del paciente, iluminarlo y ayudarlo a encontrar un sentido a lo que vive. Su función también incluye acompañar al paciente en el manejo de sus emociones y en aprender a elegir opciones propias que sean positivas.

Las herramientas terapéuticas que emplea un psicólogo dependen de su entrenamiento y su experiencia personal.

¿Cuándo acudir a un psicoanalista?

Un psicoanalista es un terapeuta cuyo objetivo es tratar a sus pacientes utilizando el método psicoanalítico inventado por Sigmund Freud a principios del siglo XX. El análisis tiene como objetivo aliviar a los pacientes mediante la exploración de su subconsciente para ayudarlos a resolver sus conflictos psicológicos que pueden ser de cualquier índole: conductual, de personalidad, fobia, estrés, ansiedad, etc.

De manera general, un psicoanalista ha recibido una formación teórica en psicoanálisis y está sujeto a supervisión. Generalmente debe estar afiliado a una escuela o asociación de psicoanálisis que se encarga de garantizar una ética profesional. La mayoría de las veces, el psicoanalista es también un psiquiatra o un psicólogo.

¿Cuándo acudir a un psicoterapeuta?

Muchos psicólogos también se especializan y se entrenan para aplicar la psicoterapia. Esta especialidad normalmente es requerida por pacientes que necesitan hablar y expresar las emociones o algún problema circunstancial que le aqueja, a un profesional que les asegura, además, la discrecionalidad de la situación, y garantiza una solución a su problema.

En este contexto, el psicoterapeuta se limita la mayor parte del tiempo a escuchar lo que su paciente le quiere decir, le trasmite confianza, y se toma el derecho de expresar lo que a su juicio, cree que está afectando el estado de ánimo del paciente y en sus relaciones con los demás.

Los pacientes también pueden establecer una simple psicoterapia o apoyo psicológico con un psiquiatra, o un psicólogo, siempre y cuando éste sepa cómo generar confianza y ayudar a expresar los conflictos internos.

Es importante mencionar que un psicoterapeuta no puede hacer uso de sus conocimientos y actuar como un psiquiatra o un psicólogo, si no lo es. Desafortunadamente, la ley que protege el título de psicoterapeuta a veces es ignorada por practicantes sin escrúpulos que se autoproclaman “psicoterapeutas” o simplemente “terapeutas”.

Estas actividades no administradas proporcionadas por terapeutas, en su mayoría desentrenados, pueden conducir fácilmente a prácticas que resultan perjudiciales para el paciente. En estos casos, la recomendación es elegir un psicoterapeuta que ya tenga un grado de psicólogo o psiquiatra.

¿Cuándo acudir a un Psiquiatra?

El psiquiatra es primero un médico que, al final de su formación en medicina general, se especializa en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. Su calidad de médico le otorga el derecho de prescribir tratamientos psicotrópicos para aliviar el sufrimiento psíquico: antidepresivos, ansiolíticos, neurolépticos; que el psicólogo no está en facultades de hacer.

Al igual que el psicólogo, un psiquiatra también puede ser un psicoterapeuta o un psicoanalista si ha sido entrenado en esas áreas.

Las personas que requieren de una evaluación mental o neurológica para ayudar a diagnosticar, tratar y prevenir trastornos mentales y enfermedades psiquiátricas, como trastornos bipolares, trastornos de la personalidad, esquizofrenia, alcohol, drogas, etc. pueden asistir a una consulta directa con un psiquiatra.

Dentro de sus facultades, un psiquiatra es quien juzga si el paciente, de acuerdo a su diagnóstico, puede permanecer con sus familiares durante un tratamiento o requiere ser internado en un centro de salud mental.

Los medicamentos que puede recetar un psiquiatra no están destinados a reemplazar la psicoterapia, ni viceversa. Idealmente, cualquier medicamento debe ir acompañado de un tratamiento psicológico, por lo que en muchas ocasiones, un mismo diagnóstico puede ser abordado simultáneamente por un psiquiatra y un psicólogo.

Cómo elegir un terapeuta

Cuando llega el momento de buscar asistencia psicológica nos presentamos ante un problema: cómo dar con el profesional indicado. No es extraño que muchas personas den vueltas por varios psicólogos antes de encontrar uno con el cuál sienten avances.

Lo más frustrante de esta situación es que, en muchos casos, pueden pasar uno, dos o tres meses hasta que nos demos cuenta que el profesional de psicología que tenemos en frente no es el indicado para uno. No se trata de que sea un buen o mal profesional, simplemente existe una cuestión de química entre terapeuta y paciente que es importante detectar.

Por supuesto, existen muchos terapeutas que no cuentan con un título habilitante, por lo que la primera medida sería comprobar las credenciales del profesional antes de la primera sesión.

Otra ayuda importante a la hora de comenzar una asistencia psicológica es que en el espacio en el que estemos consultando, nos ofrezcan una sesión inicial de orientación. En ella, un profesional competente sabrá derivar al colega que mejor se adecue a nuestra situación particular.

Una vez hemos llegado a un profesional de psicología que -por antecedentes, credenciales y especializaciones- es acertado para nosotros, llega el momento de la primera sesión. En general, el psicólogo necesita entre una y tres sesiones para evaluar al paciente antes de una primera devolución. Luego de este periodo, es importante que se nos diga cuál es la planificación de la terapia, cómo sucederán las distintas sesiones, que grados o niveles de avances se esperan en cada una de ellas.

Por supuesto, en este momento también es acertado pregunta al profesional los motivos por lo que cree que él es el más capacitado para brindarnos la asistencia que necesitamos. En muchos casos, luego de un periodo de evaluación, podemos ser nuevamente derivados, incluso incentivarnos a conocer otras terapias: psiquiátricas, conductuales, entre otras.

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Moebius Atencion Psicológica

Moebius Atencion Psicológica en Capital Federal

Centro de atención integral en salud mental y psicología con sedes en Palermo, Caballito y Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires. También ofrece charlas de apoyo y contensión ante diferentes padecimientos.

Teléfono: (011) 4774-7667

Red BA (Red Asistencial de Buenos Aires)

Red BA (Red Asistencial de Buenos Aires)

Red BA es un complejo sistema integral de asistencia psicológica en la Ciudad de Buenos Aires. Con sede central en Recoleta, incluye psicólogos de distintas ramas y especializaciones en toda la ciudad.

Dirección: Paraguay 2553, Capital Federal (CP 1425)
Teléfono: (011) 4964-5879

Psicología en Palermo: Espacio Arévalo

Espacio Taller Arévalo de Psicología en Palermo

Otra institución de salud mental integral, en este caso en el barrio de Palermo, destacada por su trayectoria y prestigio en materia de psicología.

Dirección: Arévalo 1900, Capital Federal (CP 1414)
Teléfono: (011) 15-5646-7850

Centro Dos de Psicología

Centro Dos de Salud Mental en Buenos Aires

Ubicado en el barrio de Almagro, brinda asistencia integral a pacientes de todas las edades.

Dirección: Av. Corrientes 4524, Capital Federal (CP 1195)
Teléfono: (011) 4861-9013
Más información

Centro Terapéutico Anteroos

Centro Terapéutico Anteroos

Una de las opciones más destacadas en salud mental integral en el barrio de Villa Urquiza. Consulte por atención especializada.

Dirección: Avalos 2153 3ª D, Capital Federal (CP 1431)
Teléfono: (011) 4523-9207

Fundación Buenos Aires Asistencia Psicológica

Prestigiosa institución de salud mental y acompañamiento en el barrio de Colegiales, Capital Federal. Brinda formación profesional especializada.

Dirección: Av. Federico Lacroze 2666, Capital Federal (CP 1426)
Teléfono: (011) 4554-5395

Belgrano Salud Mental

Uno de los más prestigiosos especios de psicología en el barrio de Belgrano. Un numeroso staff de profesionales al servicio de la salud mental de adultos, niños y familias. Se ofrecen actividades de contención en el marco del cuidado de la salud mental familiar.

Dirección: Blanco Encalada 2387 4°E, Capital Federal (CP 1428)
Teléfono: (011) 4782-6465

CPC Centro de Psicología Clínica

Espacio integral de psicología clínica y laboral con sedes en Microcentro de la Capital Federal y en la localidad de Pilar. Atención especializada en psicología empresarial y forense.

Dirección: Rodríguez Peña 408, Capital Federal (CP 1048)
Teléfono: (011) 4861-4177

CATC Centro Argentino de Terapias Contextuales

Uno de los centros de referencia especializados en terapias contextuales y conductuales. También brinda charlas de contención, formaciones profesionales y sesiones de psicoanálisis.

Dirección: Aguilar 2451, Capital Federal (CP 1426)
Teléfono: (011) 47833230

TCM Terapia Cognitiva

Especialización en terapias cognitivas en el barrio porteño de Mataderos.

Dirección: Severo García G. de Zequeira 6880, Capital Federal (CP 1440)
Teléfono: (011) 15-3066-6880

CLAS Salud Mental

Una completa opción en psicología en el barrio de Almagro.

Dirección: Corrientes 2560, Capital Federal (CP 1048)
Teléfono: (011) 4954-8421

Atenea Centro de Psicopatología

Uno de los centros especializados en Psicopatología con mejor reputación y más trayectoria en la Ciudad de Buenos Aires. Brinda atención personalizada a adultos y niños. Consulte por otras especialidades ya que la clínica posee un ámplio staff de terapeutas de diferentes ramas.

Dirección: Palestina 1021, Capital Federal (CP 1182)
Teléfono: (011) 4867-0170

L’Etourdit Salud Mental

Se trata de uno de los espacios de más prestigio en lo que a salud mental infanto juvenil respecta. Cuenta con un ámplio staff de terapeutas de distintas ramas y especializaciones. Es un centro de referencia en psicología infantil en Capital Federal.

Dirección: Asunción 3245, Capital Federal (CP 1419)
Teléfono: (011) 6283-6565

Psicólogos en Zona Sur de GBA

Consultorios Psi Berazategui

Uno de los centros privados de psicología más prestigiosos de la localidad de Berazategui. Un amplio staff de psicólogos de diferentes especialidades del psicoanálisis a disposición de niños, adultos, familias y más.

Dirección: Calle 149 1683 1683, Berazategui (CP 1884)
Teléfono: (011) 15-4066-3792

Clínica Psiquiátrica San Martín

La Clínica Psiquiátrica San Martín es referente en materia de psiquiatría en todo el Gran Buenos Aires Sur. Su extensa trayectoria y los mejores profesionales de la zona a disposición de la salud mental de la familia.

Dirección: Calle 11 4629, Berazategui (CP 1884)
Teléfono: (011) 4256-2947

Clínica Privada Abrines

Centro de referencia en psicología, psiquiatría, psicopedagogía, terapia ocupacional y más.

Dirección: Benito Pérez Galdos 2647, Quilmes (CP 1878)
Teléfono: (011) 4250-1061
Más información

Hospital Estevez

Prestigioso centro de salud en zona sur que incluye a la salud mental dentro de sus especialidades destacadas.

Dirección: J. Garibaldi 1661, Lomas de Zamora (CP 1832)
Teléfono: (011) 4298-1931
Más información

Clínica Privada Banfield

Dentro del reconocido cuerpo médico de la Clínica Privada Banfield, se encuentran psicólogos y psiquiatras de primer nivel.

Dirección: Félix de Azara 1780, Banfield (CP 1828)
Teléfono: (011) 4242-2364
Más información

Psicólogos en Zona Oeste de GBA

Arco Hospital de Día

Uno de los más reconocidos hospitales de día de Gran Buenos Aires. Atención de primer nivel y excelente cuerpo de profesionales.

Dirección: Emperanza 1654, Ituzaingó (CP 1714)
Teléfono: (011) 4623-6434

Psicólogos en Zona Norte de GBA

Clínica Privada de Salud Mental (Carapachay)

Una de las instituciones líder en salud mental en zona norte de GBA. Referente en materia de atención psicológica de adultos y niños.

Dirección: Santa Fe 5750, Carapachay (CP B1606)
Teléfono: (11) 4766-1027
Más información

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